Nadie quiere estar solo, es
una realidad.
Hace poco empecé a leer un pequeño libro, que tal vez muchos
conozcan, “ética para Nicómaco”, suele ser un libro que a la mayoría ordenan en
la lectura de secundaria, ese no fue mi caso, a mí me lo recomendó un profesor
cuando hacia 3 semestre de mi carrera, y hasta hace poco me interese en él. En
este pequeño libro he encontrado gran aprendizaje, sabes, a partir de su 4 capitulo
te explica el narrador de este libro el significado de “la buena vida” y en ese
relato, nos explica que la buena vida se basa en la relación que mantenemos con
nuestros similares. Nos ofrece una gran
cantidad de ejemplos, para permitir fluir nuestra mente y en vez de
atragantarnos con palabras, recrear un escenario, el escenario donde vivimos, y
plantearnos diversas situaciones, lo que nos permite acoger su mensaje y de él
he aprendido que nadie quiere estar solo. No suena la gran brillantez, ni lo
mejor producido por mi intelecto pero no tiene que ser así, y veras, si te
fijas todo lo que queremos, “nuestros caprichos y ambiciones” todas van atadas
al hecho de impresionar, desde el comprar grandes cantidades de ropa, hasta ir
al gimnasio para tener un gran cuerpo, e inclusive asistir a la universidad,
estamos programados para estar rodeados de personas, nadie quiere estar solo.
Sin embargo, hay gente que se llena ambas manos de “cosas” y en su soledad, tal
vez muy tarde se de cuenta que no era necesaria tanta ambición, de que las
riquezas, sino se comparten, no tienen fin, las cosas no tienen sentimientos,
no hablan, o al menos no una charla concienzuda, no dan amor. Nadie quiere
estar solo, porque todo ser humano quiere ser amado, y no lo tornemos
dramático, todo ser humano requiere de los diferentes tipos de amor, de su
familia, de su pareja, de sus amigos, de simplemente amor al prójimo. Aunque muchos
suelen escuchar esto, en la misa, en literaturas románticas, etc, al leerlo en
este libro y tal vez, también por el momento que pasaba, comprendí su verdadera
esencia.
Sabes hubo un instante de mi vida en el que solo deseaba enfocarme en
mi carrera, en obtener éxito, y estaba segura que eso generaría felicidad en mí, pero descubrí que sería “egoísta” conmigo
misma, eso se llama satisfacción, no
felicidad, me estaría privando de la verdadera felicidad, que es aquella que se
obtiene al hacer sonreír a alguien, al tener algún gesto de bondad, al dar y
recibir cariño, el simple hecho de relacionarme, porque no vale la pena todos
tus logros, sino tienes con quien compartirlos.
Para concluirles, a pesar de que las relaciones humanas son muy
complejas, el hecho esta en no desistir, dejar que alguien te robe una sonrisa,
y sácarle una tú también.